Nafarroa Behereko inauteriak dira Euskal Herriko luzeenak, maiatzera arte irauten baitute. Hainbat herritan egiten diren inauteri hauetan Kabalkada izeneko desfilea da oinarri. Bertan hainbat pertsonaiak hartzen dute parte.Ezagunenak eta ikusgarrienak Bolantak dira.Nafarroa Behean dituzten pertsonaia berberak aurkituko ditugu Luzaideko konpartsan : Zaldikoak edo Zaldunak, segizioaren buruan doazen bi edo lau zaldizko, urrutien dauden baserrietara eskean joaten direnak; Cabalierra eta Cabaliersa, zaldi gainean doazen Kapitaina eta bere Emaztea; Makilaria, Danbor Nagusia -batzuetan, bat baino gehiago-, makilari biraka trebeki dantzatzen duena; Zapurrak, ahaztutako armadetako hondeatzaileak; Zigantiak, emakume itxura duten Erraldoitxoak ; Axe ta Tupina ikuskizuneko mutilak -azeriaren eta marmitaren istorioaren parodia da, biolentzia errituala agerian uzten duena-; Banderariak, Luzaideko gazteriaren bandera eta ikurrina daramatzatenak; Gorriak, diru-bilketaz arduratzen diren poltsa-zainak; Basa-Anyereak, Neskaz Jantzitako bi edo lau Mutil Gazte, aurpegia beloarekin estalita dutenak; Bolantak, segizioko kide hautatuak, talde jendetsua. Jada desagertu diren Koblari edo bertsolariaren pertsonaia eta Maska bitxiak gogoan ditu jendeak. Eta noski, ez da musikaririk falta: haizezko eta metalezko instrumentu-taldeak, esku-soinuak eta perkusioa. Guztira 50 lagunetik gora biltzen ditu konpartsak. XX. mendeko 70eko hamarkadara arte gizonezkoek bakarrik osatzen zuten taldea. Ordutik aurrera bolantekin batera joaten diren neskatoak hasi ziren parte hartzen, baina hala ere, gizonezkoen dantzek askoz pisu handiagoa dute ikuskizunean. Errege-egunaren ondoren aukeratu ohi zituzten pertsonaiak eta orduan erabakitzen zuten ikuskizunean bakoitzak izango zuen papera. Taldearen jantziek nekazari-herrietako inauterietako aldagai guztiak hartzen dituzte: animaliak, emakumez jantzitako gizonak, esperpentoak, lanbideak... Jaka gorri galoidunak, praka zuri-zuriak, zaldiketako botak, bradeburgoak, morrioiak, txakoak, larruzko mantalak, ispiluak, txapel gorriak, aizkorak, banda gurutzatuak, egurrezko ezpatak, zetazko gonak, kolorezko zintak eta bitxiz apaindutako urre koloreko alkandorak. Koloreen sinfonia osatzen dute guztiek. Luzaideko folklorearen barruan Bolant Eguna da jairik seinalatuena
BASALDUNAK eta XILINTXADUNAK
KASKABOBOAK MASKARITAK Se celebra el martes anterior al Miércoles de Ceniza. Sus personajes, Cascabobos (los chicos) y Mascaritas (las chicas), enfundan sus trajes tradicionales desde tiempos inmemoriales. Una práctica interrumpida solamente en tiempos de guerra (año 1936) y retomada en los años 60. Los Cascabobos visten calzón rayado de distintos colores, a juego con una camisa ablusonda —en cuyo interior y ajustadas a la cintura suenan varias campanillas al menor movimiento—, alpargatas, medias atadas bajo la rodilla. Un gorro o ttuntturro, del que cuelgan cintas de colores mismo color que el traje, cubre sus cabezas. Un antifaz y una tela les aseguran el anonimato. La nota musical la ponen las campanillas que llevan atadas al cuerpo. Como complemento azuzador portan una bota, un palo del que cuelga una media o un calcetín lleno de trapos, al que denominan bota. Con la bota golpean a quien se pone a su alcance. Nada de particular, pues, que la exclamación ‘¡viene el kaskabobo con la bota!’ se escuche de manera tan generalizada como reiterativa en el transcurso de la intervención festiva de estos mozos disfrazados. En cuanto al atuendo de las Mascaritas se compone de falda con vuelo, chamba ajustada en la cintura, zapatos y un llamativo sombrero con velo grueso que oculta sus rostros. Unas se enseñorean con un abanico y otras juguetean mojando sorpresivamente con agua a todo aquél que cruza el paseo. Para ello se valen de un pequeño recipiente de goma oculto en la mano. A la habitual kalejira o desfile se ha incorporado un elemento nuevo, la apertura y purificación de la calle Maldita, que une la Plaza del Mercado con la Virreyna. La tradición popular cuenta que en ella se produjo un asesinato hace más de 70 años y desde entonces permanece cerrada. A partir de ahora, cada año en carnaval esta calle verá desfilar a Cascabobos y Mascaritas con antorchas encendidas después de la quema de Ziriko y Kapusai, protagonistas de aquel trágico suceso. Durante la hoguera se reparten pinchos de tortilla de chistorra a todo el pueblo, fruto de la cuestación realizada por las casas de la localidad.
Comparsa de Iñude eta Artzaiak (Niñeras y Pastores). Se representa también la vacunación de las/os niñas/os. Se celebra al día siguiente de Caldereros (Domingo). Ese domingo, Kresalako Inude eta Artzainen Konpartsa desfilará por la Parte Vieja a partir de las 12:00h desde su sede en la calle Euskal Herria, y será el fin de semana siguiente cuando Antiguotarrak Euskal Dantza Taldea desfile por las calles del Antiguo. La primera comparsa de "Iñude eta Artzaiak" sale a la calle un 2 de febrero de 1885, día de la Candelaria, festivo en aquella época. Esta comparsa está basada en otras que ya amenizaban las calles donostiarras alegrando con su música cada rincón de esta ciudad, es el caso de "Armeniyako Artzaiak". En 1912 su Santidad el Papa Pío XII eliminó el carácter festivo que tenía el día de la Candelaria. La fiesta de Los Caldereros se mantuvo, pero la comparsa de "Iñude eta Artzaiak" desapareció al coincidir la mencionada fecha en día laboral. Posteriormente ha habido diferentes intentos de recuperación de la comparsa en El Antiguo, Pasajes y Hernani. Será la Sociedad Kresala quien la recupere definitivamente dentro de las actividades previstas para celebrar su décimo aniversario en 1977. El Centro de Atracción y Turismo de Donostia-San Sebastián les plantea incluir la comparsa dentro de las actividades festivas del año eligiendo un día concreto para la celebración del desfile. Se elige el domingo más cercano al día de la Candelaria. Inicialmente, la comparsa de "Iñude eta Artzaiak" estaba formada íntegramente por hombres. El repertorio musical es básicamente del Maestro Raimundo Sarriegi. Los temas que se interpretan invitan a ser acompañados por tambores, así, la Sociedad Kresala preparó un grupo de tamborreros para incluir dentro de la comitiva de la comparsa. REPERTORIO MUSICAL "Comparsa de Nodrizas": El pasacalles más popular de la Comparsa. En un momento concreto de la kalejira las iñudes lanzan su muñeco al vuelo mientras los artzaias dan un salto acompañado de un grito festivo. "Introducción y escena de las nodrizas": Momento en el que las iñudes se introducen en escena. Visitan al médico para determinar si los bebés se encuentran en perfecto estado de salud. "Kontradantza": Danza de galanteo entre la iñude y el artzaia mediante una vistosa coreografía. "Escena del médico con las nodrizas": Las iñudes acuden al médico para la primera vacunación del bebé, mientras el cura les da su bendición en el otro extremo de la plaza. "Kontradantza2": Las parejas, puestas en circulo, realizan un paseo por la plaza hasta llegar a donde las enfermeras para que éstas le den el biberón a los bebés. Al mismo tiempo, el secretario, toma acta del nombre que recibirá el niño/a. "Zortziko": Baile ofrecido por los artzaias a las iñudes. "Fandango eta Arin Arina": Interpretado por todos los integrantes de la Comparsa. "Festarik biar bada": Canción que habitualmente invita a la fiesta en nuestra ciudad. ESTRUCTURA DE LA COMPARSA DE KRESALA La comparsa la integran unas 180 personas.
Los caldereros, origen de la fiesta, y su
evolución. Durante el s. XIX, y seguramente antes también, familias o tribus nómadas procedentes de Centroeuropa pasaban por Donostia en diferentes momentos en su largo periplo. Este hecho era un acontecimiento en la ciudad ya que traían consigo otra cultura, costumbres diferentes, ritmos y canciones desconocidas, vestimentas extrañas… Mientras estaban entre nosotros su modo de sustento era la reparación de objetos, utensilios o cacerolas de metal; parece ser que eran buenos artesanos y recibían la aquiescencia de la ciudadanía donostiarra. A lo largo de su historia, Donostia ha sido por su situación y actividades económicas una ciudad abierta y receptiva, que ha sabido integrar en sus costumbres muchos elementos nuevos, y aun hacer una fiesta de cualquier acontecimiento histórico. Y así como los soldados extranjeros y sus desfiles dieron lugar a la festiva tamborrada, las visitas de los caldereros se convirtieron en motivo para una comparsa del carnaval. En 1884, dia de la Candelaria, salió por primera vez nuestra comparsa, con canciones compuestas por el inolvidable maestro Sarriegi.Desde entonces, la Primitiva Comparsa de Caldereros de la Hungría, con huecos y altibajos, ha sido ingrediente imprescindible del Carnaval Donostiarra. Muchos han sido los grupos que durante estos 120 años se han turnado en su organización: Euskaldun Fedea, Euskal Billera, Gaztelupe, Gaztelubide, y desde 1972 una Comisión tutelada por el CAT. La Comparsa de Caldereros es la mejor muestra de cómo el pueblo donostiarra sabe seguir la tradición al tiempo que adopta nuevos elementos que dan realce a la fiesta. Así, en el año 1925 se incorporaron la figura del oso y su domador, hace unos años se decidió celebrarla en sábado, y en los últimos años, toda una orquesta y un grupo de bailes húngaros acompañan a los caldereros en la plaza de la Constitución, dando vistosidad y calidad a la fiesta. Además, lo que al principio era sólo una comparsa de un barrio, se ha convertido en un festejo extendido por otros barrios, e incluso muchos pueblos de Gipuzkoa han integrado en sus fiestas al desfile de caldereros. Una fiesta del carnaval donostiarra: urbana, popular y lúdica. La Comparsa de Caldereros, así como la propia tamborrada, la comparsa de Artzaias e Iñudes, o la de Jardineros es una expresión del carnaval urbano: libre, participativo, no atado a guiones ni personajes inmutables. Sus canciones son lúdicas, para divertirse cantándolas y escuchándolas. Nadie puede tomar en serio su texto, y no importa que la llamada Canción Húngara no sea húngara ni nada parecido.Es carnaval, por lo que nadie pretende vestirse como aquellos pobres nómadas venidos desde centroeuropa a pie o en carromato; simplemente se hace una representación lúdica y libre de lo más llamativo de sus vestimentas.
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